Les presentamos a Carl Philipp Emanuel Bach (1714 –
1788), hijo del más grande entre los grandes y uno de los compositores más importantes de la transición entre el Barroco y el Clasicismo.
Desde nuestro punto de vista
actual, el apellido Bach tiene un peso y una importancia histórica
incomparables debido, obviamente, a las hazañas musicales de Johann Sebastian. De
los nueve hijos de Bach (otros once murieron prematuramente), cuatro fueron
compositores. El mayor de ellos, Carl Philipp Emmanuel, tuvo una carrera
descollante que lo convirtió en uno de los compositores más importante de la
transición hacia el período que actualmente denominamos “clásico” (es decir,
desde mediados del siglo XVIII hasta comienzos del siglo XIX). En Berlín
trabajó como intérprete y compositor durante casi 30 años al servicio de
Federico el Grande de Prusia, un monarca con aptitudes musicales y, según
dicen, gustos marcadamente conservadores – que, sin embargo, tuvo en su corte a
uno de los compositores más osados de su generación –. Otros 20 años como
director de música en la ciudad de Hamburgo completan la carrera de un músico
que fue admirado por gente de la talla de Mozart, Haydn y Beethoven. Hemos
tenido el gusto de presentarles en nuestro programa dos movimientos de
sinfonías para cuerdas y bajo continuo del gran C.P.E. Bach. Aquí vamos con la
primera :
Las sinfonías de C.P.E. Bach, así
como su música para teclado, son una fuente asombrosa de sorpresas musicales.
Su estilo habitualmente se engloba en el denominado “Empfindsamer Stil” (la
difícil traducción podría ser “estilo de la sensibilidad”) del cual fue algo
así como su principal promotor. Este movimiento fue un claro antecesor de lo
que en el siglo XIX terminó siendo el Romanticismo, esa corriente de
pensamiento que valoró ante todo la emoción por sobre la razón. La osadía de
los recursos empleados por Carl Philipp fueron asombrosos : los cambios de
carácter bruscos, los giros inesperados de todo tipo y la expresividad
desbordante influirían enormemente no solo en los popes del período clásico
sino en el curso de la historia de la música europea a partir de entonces. En
este sentido, la frase mozartiana que lo describe diciendo que “él es el padre
y nosotros los hijos” no es para nada exagerada. Al igual que en muchos otros
casos a través de los siglos, la obra de este compositor sigue mereciendo un
mayor reconocimiento por parte del gran público. Como pequeño granito de arena
para esta causa, les presentamos otro movimiento de sinfonía, como para dar una
idea de las dotes expresivas de este hombre :
Esperamos que disfruten del material, ¡hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario