domingo, 16 de septiembre de 2012

Columna de Historia de la Música nº 24


Les presentamos la extraordinaria música del gran compositor inglés Henry Purcell (1659 – 1695)...




Mucho gente conoció, sin siquiera saberlo, la música de este hombre que presentamos en nuestra columna gracias a la conocidísima película de Stanley Kubrick, “La Naranja M
ecánica”. La impactante escena inicial presenta una versión electrónica de una marcha fúnebre para la reina Mary II, fallecida en 1694. La expresividad de la música de Purcell es realmente digna de mención. Su figura destaca como uno de los grandes genios del barroco, un compositor que murió demasiado joven y dejó una obra importantísima que hoy queremos recordar en nuestra columna. De su obra más conocida para la escena – su única ópera, en rigor - , escrita probablemente como entretenimiento para la corte del rey Charles II hacia 1684, presentamos dos números que muestran claramente el impacto emocional de la música de Purcell. Con ustedes, la obertura de Dido y Eneas :



Hete aquí uno de los momentos más conmovedores de la historia de la ópera (así nomás, y con perdón de los fanáticos de la ópera decimonónica). El lamento de Dido nos muestra a la protagonista de esta obra maestra en sus últimos momentos antes de tomar la trágica determinación de quitarse la vida. “Cuando yazca en la tierra, que mis errores no creen problema en tu pecho. Recuérdame, pero ¡ah! Olvida mi destino” canta Dido, acompañada por un bajo que se repite una y otra vez para simbolizar el pesar infinito de esta música :

(Por uno de esos misterios de la computación, no permite poner la ventana del video como es habitual)
http://www.youtube.com/watch?v=I28Q4triWNg&feature=plcp
Esperamos que hayan disfrutado del material, ¡hasta la próxima!

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