Estuvimos hablando con Edda Díaz, la Reina del Café Concert, maravillosa actriz, humorista, libretista, autora, creadora de personajes, con quién repasamos su extensa trayectoria y nos contó sobre sus nuevos proyectos, entre los que se encuentran "Surti 2" "Reina Mosquito Corazón" entre otros.
jueves, 31 de mayo de 2012
Estacion Rocanrouge, la columna de las bandas unders en Muy Bueno el Programa: La Cuadrada
Valentina Concetti nos presentó a La Cuadrada, banda del Parque Centenario. El domingo 3 de junio se estará presentándo en el Anfiteatro del Parque Centenario a partir de las 15hs, se suspende por lluvia.
domingo, 27 de mayo de 2012
Agenda Teatral: Por amor a Sandro
“POR AMOR A SANDRO”-El musical de América-
Teatro PREMIER, Av. Corrientes 1565.
Funciones: Jueves y viernes a las 21 hs. Sábado 19.30 y 22.30 hs y domingo 17.30 y 20.30 hs.
Nota con el actor que interpreta a Sandro, Fernando Samartin: http://www.poramorasandro.com/
Agenda Teatral: Plantas secas en la calle White
"Plantas secas en la calle White"
Teatro Abasto – Yatay 666, los domingos 8 y media de la noche. Invita la directora de la puesta, Valeria Grossi.Más información sobre Plantas Secas...
Agenda Teatral: Tempeste
"Tempeste"
Versión de La tempestad de William Shakespeare.
En el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, los jueves a las 21hs.
Escuchemos al director, coreógrafo y dramaturgo Pepe Márquez. Más información de Tempeste!
Agenda Teatral: La Laguna
"La Laguna" Escrita y dirigida por Agostina López. En el Camarín de las Musas, Mario Bravo 960
Funciones domingos a las 20:30hs
Columna de Historia de la Música Nº 8
Les presentamos el canto de los Templarios, de un mansucrito del siglo XII conservado durante siglos en el templo del Santo Sepulcro en Jerusalén.
lunes, 21 de mayo de 2012
120 Años de Alfonsina Storni: Darío Cortés y Viviana Suraniti en Muy bueno el Programa
Estuvimos hablando con Darío Cortés, director de la Obra "Alfonsina" junto a la actriz Viviana Suraniti, quien protagoniza el papel de la gran escritora. Con motivo de celebrarse los 120 años del nacimiento de la escritora Alfonsina Storni, la Biblioteca Nacional eligió esta obra para realizar una presentación especial el próximo lunes 21 de mayo, a las 19:30hs en el Auditorio Jorge Luis Borges.
domingo, 20 de mayo de 2012
Columna de Historia de la Música Nº 7
Dmitri Shostakovich (1906-1975)
A diferencia de los otros dos
grandes compositores rusos de la primera mitad del siglo XX, Igor Stravinsky y
Sergei Prokofiev, que obtienen desde temprano grandes triunfos en el exterior,
Shostakovich desarrolla su carrera íntegramente en Rusia. Sus inicios como
joven prodigio, presentando su primera sinfonía a los 19 años como trabajo de
graduación, le valieron un temprano reconocimiento que perduraría a lo largo de
su extensa carrera.
Mucho se ha hablado acerca de la
influencia de la política en la obra de Shostakovich. Su música, deudora tanto de la herencia del Romanticismo como de
los hallazgos musicales de las primeras décadas del siglo, es públicamente
censurada en su país en dos ocasiones : 1936 y 1948. En la primera oportunidad,
un artículo sin firma en Pravda, el periódico del Partido Comunista (atribuído
al propio Stalin), lo amonesta severamente en relación a su ópera “Lady Macbeth
del distrito de Mtsensk”, acusada entre otras cosas de exhibir un supuesto
“caos sonoro” muy al gusto de la decadencia burguesa occidental y de desatender
“los deseos y expectativas del público soviético” (que sin embargo mostró un
gran interés por la obra hasta la publicación del artículo).
En 1948, el llamado decreto
Zhdanov (nombre del tristemente famoso político y “censor cultural” del
partido), con la excusa de amonestar la obra de un compositor menor, termina
sancionando duramente ciertas obras de Prokofiev y Shostakovich entre otros.
El posterior arrepentimiento público (y forzado) del compositor no evitó que
durante varios años pesara sobre él y su familia una quita de beneficios
considerable (con despido de su trabajo en dos conservatorios incluido) y el
calificativo de “enemigo del pueblo”. Obligado por aquellos años a trabajar
como rehabilitación en obras menores y funcionales al partido, encontró tiempo
sin embargo para escribir varias obras importantes “para el escritorio” – es
decir, sin esperanza de un estreno inmediato -. Una de estas obras es el ciclo
de canciones que presentamos en nuestra columna : “De la poesía folklórica
judía” Op 79. Originalmente para piano, soprano, mezzosoprano y tenor, en la
cortina pudimos escuchar el octavo número del ciclo, “Invierno”, en la versión
orquestal realizada por el autor en 1964. La versión está a cargo de Ryszard
Karczykowski (tenor) y la Royal Concertgebouw Orchestra dirigida por
Bernard Haitink.
Hete aquí el texto, notable por su crudeza :
Mi Sheydl está en cama,
y con ella un niño enfermo.
No hay ni una astilla en la cabaña sin calefacción,
y afuera el viento aúlla. Ah…
El frío y el viento han regresado,
uno no puede soportarlos y estar en silencio.
Así que chillen, lloren niños,
pues el viento ha regresado. Ah…
Basta una somera lectura de los
textos de estas canciones,
junto con la escucha de su puesta en música, para dar cuenta de ciertas
características básicas del estilo de su autor : en pocas palabras, la
combinación de gravedad extrema con una ironía corrosiva que sabe extraer
hilaridad aún de los momentos más trágicos. Quizás sea esto lo que Shostakovich
encontró al hojear de casualidad un libro de recopilación de poesías folklóricas
judías traducidas del íddish al ruso, en sintonía con su propio temperamento
artístico. La elección de estos textos en un momento en que el régimen de
Stalin daba rienda suelta a una política de antisemitismo declarado ha sido
interpretada desde varios ángulos. Quizás, la identificación del autor en ese
momento con una minoría perseguida, junto con esa conjunción de
pathos/hilaridad de las poesías, dieron a las canciones una dimensión simbólica que representaba algo así como una
vía de escape ante el agobio del aislamiento artístico y laboral que tuvo que
soportar luego de la censura pública en 1948.
Como prueba de la ironía cáustica
del gran Shostakovich, los invitamos a escuchar la séptima canción del ciclo
“de la poesía folklórica judía”, titulado elocuentemente “La canción de la
miseria”
El tejado duerme dulcemente
en el ático bajo la paja.
En la cuna duerme un niño
sin pañales, todo desnudo.
Hop, hop, ¡más alto, más alto!
Una cabra come la paja del tejado.
Hop, hop, ¡más alto, más alto!
Una cabra come la paja del tejado ¡oy!.
La cuna está en el ático,
en él una araña teje el infortunio.
Succiona mi felicidad,
dejandome solamente miseria.
Hop, hop, ¡más alto, más alto!, etc.
Un gallo está en el ático,
con una brillante cresta roja.
Oy, querida, pide para los niños
un pedazo de pan duro.
Hop, hop, ¡más alto, más alto!, etc.
Esperamos, como siempre, que disfruten el material. ¡Hasta la próxima!
jueves, 17 de mayo de 2012
Diego Peretti, protagonista de "En Terapia" más informe especial de la serie que comenzó por la TV Pública en Muy bueno el Programa
Hablamos con Diego Peretti, el protagonista de la serie "En Terapia" estrenada esta semana en la T.V Pública. Además, Gustavo Lema realizó un informe especial con testimonios de Dolores Fonzi, Leonardo Sbaraglia y Tristán Bauer hablando de esta exitosa serie. Muy bueno!
Carlos Garaycochea en Muy Bueno el Programa
Hablamos con el gran humorista y artista plástico, Carlos Garaycochea, quién será nombrado Ciudadano Ilustre por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires!
Estación Rocanrouge, la columna de las bandas unders de Muy bueno el Programa: La Banda del Cabaret
Valentina Concetti nos presentó a La Banda del Cabaret del corazón de la Matanza, rock con compromiso social!
martes, 15 de mayo de 2012
Spot Menú Braille
Muy bueno el Programa colabora con la Biblioteca Parlante de Haedo que con su trabajo cotidiano simplifica el acceso de los ciegos al menú de restaurants a través del sistema Braille!
domingo, 13 de mayo de 2012
Columna de Historia de la Música Nº 6
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Siempre van a faltar palabras
para describir la grandeza suprema de Bach. De su inconmensurable importancia
histórica ya han dado cuenta innumerables comentaristas a lo largo del tiempo,
pero solamente la escucha atenta de obras de distintos géneros de su catálogo
puede comenzar a dar una idea de la perfección inigualable de su trabajo.
Dentro del repertorio de las cantatas, de las cuales se conservan cerca de 200 piezas
religiosas y alrededor de 15 profanas, encontramos la mayor variedad de
recursos compositivos y quizás muchos de los momentos más dramáticos y
expresivos de su obra. En 1723, la familia Bach arriba a la ciudad
universitaria de Leipzig en busca de mejores perspectivas laborales. Habiendo
sido admitido como cantor (director musical) de la iglesia de Santo Tomás, se
inicia en este período una de las maratones compositivas más extraordinarias de
la historia. Durante los primeros años en Leipizig, compone 5 ciclos de cantatas
para todo el calendario litúrgico luterano, de los cuales el segundo fue sin
lugar a dudas el más increíblemente prolífico. A partir de junio de 1724 la
agenda de trabajo de Bach requiere
durante gran parte del año de una cantata por semana, con todo lo que esto
implica : buscar y preparar los textos los lunes, componer durante los días
hábiles los distintos números de la obra, copiar las partes para todos los
intérpretes con ayuda de familiares y alumnos, ensayar los sábados y tocar los
domingos. Las cantatas de este período
constan generalmente de un complejo coro inicial, varias arias (algo así como
canciones), recitativos (momentos que dan privilegio al texto por sobre la
música) y un “coral” final (es decir, una sencilla melodía arreglada para que la
grey cante de manera colectiva con el clero).
Por supuesto, aquí no hablamos
simplemente de cantidad, sino de la increíble calidad que uno encuentra a
través del conjunto de cantatas que han llegado hasta nosotros – aclaremos que
se perdió alrededor de un tercio de su producción en este terreno -.
Como pequeñísima muestra de los
hallazgos sin igual de Johann Sebastian, elegimos dos números breves de la
cantata número 26, estrenada el 19 de noviembre de 1724. En la cortina del
programa mostramos el número final, en cuyo texto y melodía se basa e inspira
la obra en su conjunto :
¡Ah, cuán fugaces, cuán efímeras
son las cosas de los hombres!
Todo, todo lo que vemos
se acabará y perecerá.
Quien teme a Dios por siempre quedará.
son las cosas de los hombres!
Todo, todo lo que vemos
se acabará y perecerá.
Quien teme a Dios por siempre quedará.
El coro inicial de la cantata
número 26 se basa en la melodía coral que mostramos más arriba. Este el tipo de
coro en el que las voces agudas (sopranos) cantan de manera pausada la melodía
en la que se va a basar la cantata, mientras el resto de las voces y el
acompañamiento instrumental desarrollan un material independiente, perfectamente
ensamblado con la melodía original. En este caso, la fugacidad de la vida
humana descripta en el texto es reflejada de manera elocuente por la rapidez de
la base instrumental y los comentarios de contraltos, tenores y bajos al canto
de las sopranos. Por supuesto, es muy difícil hacer justicia en dos minutos a
la grandeza de un repertorio incomparable en la historia de la música
occidental. Para los que estén interesados, recomendamos efusivamente “La Cantata del Domingo”, el
notable programa de Mario Videla en FM Nacional Clásica 96.7 que se emite todos
los domingos de 9:00 a 10:00 hs.
Aquí tienen el texto :
¡Ah, cuán fugaz y cuán efímera
es la vida humana!
Como una niebla surge
y pronto también se desvanece,
¡tal es nuestra vida, ved!
es la vida humana!
Como una niebla surge
y pronto también se desvanece,
¡tal es nuestra vida, ved!
Disfruten de la música de la música del compositor supremo de Occidente. ¡Hasta la próxima!
domingo, 6 de mayo de 2012
Columna de Historia de la Música Nº 5
Guillaume Dufay (¿1397? – 1474)
Si uno recorre hacia atrás la
historia de la música, a medida que se aleja del siglo XVIII, los nombres bien
conocidos de las grandes luminarias – llámense Bach, Mozart o Beethoven – comienzan
a dejar lugar a otras figuras que no por menos conocidas en la actualidad dejan
de tener una importancia fundamental en el desarrollo de este arte. Guillaume
Dufay es uno de esos nombres. Su figura se alza, junto con la de Gilles
Binchois (futuro invitado de esta columna), como una de las fuerzas motoras de
la transición entre la Edad Media
y el Renacimiento musical. Considerado en su época como una eminencia musical
cuyo trabajo fue copiado en forma manuscrita y difundido por toda Europa, Dufay
estuvo vinculado con algunas de las familias más poderosas de Italia y el
Ducado de Borgoña (que incluía el noroeste de Francia, Bélgica y los Países
Bajos), además del Vaticano. Ordenado sacerdote probablemente en 1427, a partir de 1439 se
dedica, además de la composición, principalmente a sus actividades de canónigo
- tan dispares como ocuparse de litigios legales, organizar el inventario de
una catedral o dirigir una expedición de tala de árboles (!) - .
En la cortina de nuestra columna
les presentamos una canción escrita en 1423 para una boda de la nobleza
italiana : el casamiento de Carlo Malatesta y Vittoria Colonna (sobrina de un papa,
dicho sea de paso). Esta obra es una Ballade, un tipo de forma poético-musical
proveniente de la Edad Media
a la que Dufay supo infundir nueva vida.
El texto lo dice todo :
Despertad y sed
felices,
amantes que amáis la nobleza :
gozad, huid de la melancolía;
no os canséis de servir bien,
pues hoy serán los desposorios,
con gran honor y noble compañía.
Noble Carlos, que
es llamado Malatesta.
Él ha escogido
una dama, bella y buena,
por la cual será honrado grandemente,
porque viene de un linaje muy noble
de barones que son de gran renombre;
su mismo nombre es Victoria,
y es hija de los Colonna;
es justo, pues, que solicite
llevar una buena vida con esta dama.
Noble Carlos, que es
llamado Malatesta.
Luego de Resvellies Vous, aquí
tenemos otra excelente ballade de Dufay, también escrita, probablemente en 1425,
para una boda de la familia Malatesta. La primera letra de cada verso del poema
original, con excepción del último, forman el acróstico ISABETE, probable
referencia a la novia, Elisabetta Malatesta.
En primer lugar presentamos la
versión vocal, a tres voces, tal cual se conserva escrita. El estilo poético
del llamado “amor cortés”, que Dufay – aún siendo sacerdote – cultivó con asiduidad de manera extraordinaria,
queda ejemplificado a la perfección con el texto de esta canción :
He dispuesto mi corazón y mis pensamientos
(debieras saber que es la pura verdad)
para servirte, honorable señora,
bella, buena, de rostro claro y dulce,
y juro con solemne voto
que mientras dure mi cuerpo
en todos lados diré verdaderamente
que tú eres la más grande belleza.
Además, les mostramos una versión instrumental, lo cual era una práctica habitual de la época. La elección de los instrumentos es, claro está, especulativa, así como el arreglo, que muestra una buena dosis de imaginación de parte los intérpretes.
Esperamos que disfruten del material, ¡hasta la próxima!
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