domingo, 15 de abril de 2012

Columna de Historia de la Música Nº 2


Anónimo (Italia, mediados a fines del siglo XIV)

Se conserva muy poca música instrumental escrita de la Edad Media : alrededor de treinta danzas instrumentales como las que escuchamos en el programa y algo más de 50 transcripciones de música vocal para teclado (teniendo en cuenta que las partituras europeas más antiguas datan de fines del siglo IX, el repertorio instrumental conservado es realmente exiguo). Durante siglos, los instrumentistas parecen haber basado su práctica en la transmisión oral y la improvisación. El llamado manuscrito de Londres, fechado hacia fines del siglo XIV, es una antología de música italiana del trecento que contiene, entre otros tipos de obras, 15 danzas instrumentales designadas en su mayoría como Istanpitte y Salterelli. Las Istanpitte en particular, llevan títulos tales como Chominciamento di Gioia, Isabella o Tre Fontane, los cuales han sugerido una relación probable con una boda de la nobleza de Milán celebrada en 1360 : el casamiento de Gian Galeazzo Visconti con Isabella de Francia. La importancia de este evento podría explicar el hecho de que se hayan conservado escritas unas piezas que habitualmente se confiaban a la habilidad y la memoria de los intérpretes. 


 

En la cortina, escuchamos el Salterello Nº 4 del manuscrito de Londres, interpretado por dos vielas (violines medievales), láud, arpa, salterio y pandero. Desde ya, siempre hay que tener en cuenta con la música medieval que toda interpretación actual es especulativa : más allá de las pinturas, ilustraciones, y algunos testimonios escritos de la época, no hay manera de saber con exactitud cómo se interpretaban estas obras.






La Rotta” es el título que lleva la pieza que sucede al Lamento di Tristano, recogida en la antología de danzas instrumentales italianas del manuscrito de Londres. El nombre de Rotta da lugar a diversas interpretaciones posibles : puede ser una referencia al tipo de coreografía implicada en la danza, puede estar en conexión con un pueblo homónimo cercano a Florencia o con una melodía perdida en la cual se basó la danza posteriormente. Incluso podría ser un antecedente de las danzas con títulos de fantasía que se popularizaron a partir del renacimiento. Lo que parece quedar claro es que el emparejamiento de una danza lenta (il lamento) con otra rápida (la rotta, cuya relación etimológica con la palabra trotto – trote -, podría ser más que sugerente) es una práctica que en los siglos posteriores iba a tener una importancia extraordinaria.


Esperamos que disfruten del material. ¡Hasta la próxima!

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